Con nuestros derechos no se mercadea.

Acabamos de conocer que LA ACCIÓN PREVISTA PARA MAÑANA e impedir el desahucio de esta familia zaragozana HA SIDO DESCONVOCADA.


Gracias  la presión social y a la labor incansable de la plataforma STOP DESAHUCIOS mañana se negociará una solución digna para el problema de vivienda de Mamadou y esperamos que se llegue a un acuerdo justo respecto a la deuda hipotecaria con la CAI.


Hace 15 años Mamadou no hizo un viaje turístico. Él, como otros muchos guineanos, tomó la decisión de dejar su tierra con el deseo de encontrar un lugar donde hubiera oportunidades para vivir, un lugar donde hubiese futuro.

A los 39 años llegó a España y, desde los 42, vive en Zaragoza. Vio como esta ciudad crecía y emprendía proyectos ambiciosos. Trabajó en las obras de alguno de ellos como la  Estación de Delicias y la Expo. Fue precisamente en 2008 cuando pudo traer a su familia con él.  En ese momento, el trabajo le permitía poder llevar a cabo su proyecto vital.

Tener su propia casa para vivir con su familia era un sueño que cualquier persona puede anhelar. El momento era propicio y las entidades bancarias ofertaban condiciones inmejorables para quien quisiese comprar un piso. Mamadou se sintió animado a adquirir una vivienda para su familia en el Barrio de Las Fuentes. El optimismo bancario de entonces era tal que la CAI le ofreció una hipoteca por encima del valor del piso que adquiría para que pudiera hacer frente a los primeros gastos. La deuda que contraía en ese momento era de 154.000 euros y le quedaba una cuota con la que podía vivir tranquilamente.

Las facilidades que ofertaban las cajas y bancos a aquellas personas que querían comprar un piso y los alegres cálculos financieros con un euribor que crecía y crecía, hinchaban una burbuja que parecía no tener fin y menos en esta ciudad. Pero los proyectos ambiciosos que había en Zaragoza finalizaron y los ciudadanos de esta ciudad nos dimos de bruces con la realidad de la crisis financiera que ya había ido tocando en el resto de España. Una recesión que tenía mucho que ver con la ambición desmedida de las entidades financieras como la CAI. Las vacas flacas entraron en muchos hogares. También en el de Mamadou.

Hoy es un trabajador desempleado al que la CAI  a no promete nada. De hecho, ni siquiera quiere hablar con él. O paga las cuotas de la hipoteca o las paga igual pero se queda sin la vivienda de su familia.

Las entidades financieras que ayer animaban a comprar pisos y que participaban de los beneficios del sector inmobiliario, hoy quieren seguir beneficiándose aún a costa de dejar a familias en la calle. No hay posibilidad de negociar: se quedan con tu piso pero sigues en deuda con ellos. Incluso cuando tu pierdes ellos continúan ganando.

La plataforma STOP DESAHUCIOS ha intentado negociar una solución digna para esta familia zaragozana y ha solicitado a la CAI la dación en pago con extinción total de la deuda y un contrato de alquiler para que esta familia pueda seguir viviendo en ese piso, pero no ha habido respuesta.

Si nadie lo remedia, la vivienda de la familia de Mamadou, Aistu y sus cinco hijos mañana será un piso vacío. Seguirá vacío mucho tiempo y pasará a ser parte del ya numeroso censo de pisos vacíos que las entidades financieras tienen en propiedad.

La respuesta social ante este acoso financiero a las personas debe ser contundente. No podemos permitir que pongan precio a un Derecho Universal. Si no actuamos, aceptamos el mercadeo con nuestros derechos.

Acabamos de conocer que LA ACCIÓN PREVISTA PARA MAÑANA e impedir el desahucio de esta familia zaragozana HA SIDO DESCONVOCADA. Gracias  la presión social y a la labor incansable de la plataforma STOP DESAHUCIOS mañana se negociará una solución digna para el problema de vivienda de Mamadou y esperamos que se llegue a un acuerdo justo respecto a la deuda hipotecaria con la CAI.


¡¡ Gracias a todos!!


Hemos ganado una batalla pero hay que seguir luchando para ganar esta guerra.