¿Quién recuerda el año en que asesinaron las canciones?
Estaban asesinando las canciones
Las canciones tocaron a la puerta de los poetas
-¡Abran! Queremos escondernos…
Algunos poetas abrieron sus puertas
Y los mataron en el umbral
Junto con sus canciones
Algunos poetas se escondieron en una esquina del cuarto
Trancaron sus puertas
Sus canciones fueron asesinadas en las puertas
Cinco pares de sangrientas huellas digitales
Quedaron en sus puertas
Las canciones no fueron sepultadas
Los cuervos picotearon las canciones muertas
Y...Creció el número de ruiseñores
Ni sonido, ni ruido…
Sólo las guitarras que colgaban de sus gargantas
Se balanceaban al viento
Entonces un viejo viajó sobre las sangrientas tierras del mundo,
Y cerró los ojos abiertos de las canciones muertas…
¿Quién recuerda los años en que asesinaron las canciones?
Las viejas heridas de las canciones
Estaban vestidas de nuevas y nuevas hojas
Abrazamos las guitarras rotas
Olfateamos el olor de la tierra
Cantamos las canciones que murieron durante
El asesinato de las canciones.
Ramiz Rovshan
Tu canción, Miguel Vicente, tampoco la asesinaron, tus palabras
hoy perviven y hemos hecho que quede en esta plaza de tu barrio el testimonio
de tu existencia digna.
Miguel Vicente Basanta López era un albañil en paro. Tenía una
dificultad en el habla que le impedía expresarse normalmente y, tal vez, fue
por ello que tuvo el impulso de dejar pintada en una pared de la antigua
Fundición Alumalsa, esquina con la calle Santa Gema una reivindicación que bien
podría ser nuestra hoy y de hecho lo es. “Trabajo sí, policía no” decía su
inscripción junto a una mal trazada hoz y un martillo. Y en esto estaba nuestro vecino cuando un cobarde, Francisco
Tovar Tovar, policía armada nº 31866, que aquella tarde estaba de permiso lo
encañonó de cara a la pared según testigos presenciales. Cuando Miguel Vicente
quiso huir recibió tres viles disparos por la espalda, dos de ellos en la
cabeza. Vicente Basanta López, de treinta y dos años, ingresó en la
clínica San Juan de Dios a las 21:35, en estado
preagónico, falleciendo a las 21:45 del 5
de febrero de 1977.
No fue justicia lo que hubo sino un sinfín de mentiras,
prevaricaciones, falsedades siguieron a este asesinato. Los estamentos
fascistas militares y policiales en connivencia con medios de comunicación
vendidos y políticos ruines inventaron una historia para denostar la figura de
Miguel Vicente. Pero la verdad tiene más luz y sobrevive a la historia que es
quien juzga de verdad a las personas. Por eso hoy estamos aquí honrando la
dignidad de Miguel Vicente Basanta.
No hubo justicia para Miguel Vicente Basanta pero las y los
vecinos de este barrio en febrero de 1996 y hoy con este acto haremos todo lo
posible para que sus palabras pintadas entonces sigan presentes porque hoy como
ayer sigue habiendo represión y paro, porque lo que es de justicia ha de
mantenerse vivo.
Miguel Vicente Basanta fue otra víctima inocente la falsa
transición que permitió que como en tantos otros crímenes a manos de la policía
y de la ultraderecha los criminales pudieran seguir sus vidas. Por eso las
víctimas deben ser recordadas.
Para nosotras y nosotros
¡BASANTA VIVE! ¡LA LUCHA SIGUE!
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